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Montar un comedero para aves

Con un poco de paciencia, perseverancia, los permisos correspondientes y procurando que no falte comida y agua, un rincón en el bosque puede convertirse en un buen comedero para observar y fotografiar muchas especies de aves. Es importante no alterar el entorno que nos encontremos y usar los elementos naturales existentes.

Ubicación del comedero

Como en cualquier comedero, es muy importante tener en cuenta su posición con respecto al sol, según las horas y los fondos que tendremos: importantísimo el color y la luz, así como la distancia, ya que debería estar lejos para quedar suficientemente desenfocado aunque cerremos mucho diafragma cuando queramos conseguir todo el pájaro a foco. Que haya algún árbol o arbusto cerca ayuda a que las aves se sientan “seguras” al disponer de un posadero previo desde el que otear posibles peligros antes de entrar al comedero y en el que poder refugiarse a la más mínima señal de alarma.
Si ponemos el comedero muy aislado no funcionará ya que el momento de alimentarse y beber es el más peligroso para los pajarillos al ser cuando están más expuestos a cualquier depredador. Por ello, será muy difícil que entren directamente a un comedero que no tenga cerca un oteadero y refugio.

Precauciones previas

Como siempre que “intervenimos” en la naturaleza, y más tratándose de aportar comida suplementaria a la fauna en libertad en su medio natural, es imprescindible hacerlo con responsabilidad.
  1. Hay que cuidar los alimentos que pongamos (también en función de la época ya que las necesidades no son las mismas en verano que en invierno) y procurar que no les falten nunca. Por ejemplo, en momentos calurosos no es nada aconsejable depositar comida que produzca sed o contenga excesos de grasa. Hay que tener presente también que en la época de cría, buena parte de lo que aportemos al comedero irá a parar a los polluelos y en este caso se desaconseja el aporte de semillas y materia muy seca ya que aumentaría el riesgo de deshidratación.
  2. Aunque no lo pueda parecer, la higiene y salubridad del comedero y/o bebedero es muy importante. Si no se limpia de vez en cuando o no se renueva el agua con regularidad, los alimentos y el agua pueden ser un vehículo de transmisión de enfermedades. Grandes cantidades de alpiste que tarden en ser comidas pueden llegar a albergar patógenos mortales para los pájaros. En este sentido, el mantenimiento es muy sencillo: limpiar regularmente la base del comedero para prevenir la acumulación de desechos y la aparición de hongos. El recipiente que hayamos colocado para que beban debe ser de fácil acceso y poco profundo, situación en la que el agua puede contaminarse rápidamente por excrementos o por comida que caiga accidentalmente y, por ello, se debería enjuagar cada vez que vayamos a reponer comida al lugar.
  3. Otra medida de seguridad es elegir una zona libre de gatos o a la que los felinos no puedan acceder, ya que resultaría un comedero-trampa para muchos paseriformes. La lejanía de carreteras con tráfico intenso también incrementará la seguridad de los “usuarios” del comedero.
  4. Una vez hayamos fotografiado las especies que nos interesaban, no desmontar de golpe y plumazo el comedero o dejar de mantenerlo de un día para otro. Debemos hacerlo de forma escalonada, aprovechando el principio del verano, por ejemplo.  
 
Vía: fotonatura.org

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